Habitualmente me está pasando, pero hoy es una repeticion constante.
El CLIENTE en su afan de demostrar que siempre tiene la razon responde de distintas maneras ante el pedido de cambio. Muchos inventan respuestas de las mas variadas, pero se está dando una respuesta generalizada en la gran mayoria de ellos.....y es la siguiente.....
- no tengo, se lo acabo de dar a la farmacia.
- hay !! me quede sin cambio, recien se lo di al chino.
- lo siento, lo que me pedis es lo ultimo que le pagué al videoclub!!
Paren !
No se dan cuenta que a nosotros los kiosqueros nos da por las bolas cuando nos dicen eso?
Todos los rubros que se les ocurra para excusar tienen mas ganacia en cualquier venta que nosotros ante ese paquete de Marlboro 10 que te queres llevar con un billete de 50$.
Y encima despues de recibir la negativa nuestra.....
-No negrita, no te puedo dar el cigarrillo con ese billete, porque no tengo cambio.
Se despachan con un.....
- no sabes donde hay otro kiosco?
(con cara de asquerosa claro!)
- otro kiosco? ... si, mira acá en la esquina te tomas el 168 y te bajas en plaza once, caminas por Pueyrredon 200 metros a tu derecha y en la esquina tenes uno....(?)
Aprovecho esta entrada para dejarles un fragmento de la pelicula de Ricardo Darin "UN CUENTO CHINO".
Explica en imagenes lo que los comerciantes muchas veces sentimos....
Con Mariangeles hemos ido a verla al cine y recuerdo haber aplaudido esta escena (sabiendo que la gente a mi alrededor no entendia porque lo hacia).
Aun cuando la veo me enloquece la actitud de ambos (ferretero y cliente)
Pueden saborearla tambien.
Claro ....si entienden de que les hablo ....
http://www.youtube.com/watch?v=zfAz8Qx8uw0&feature=player_detailpage
martes, 18 de octubre de 2011
jueves, 22 de septiembre de 2011
Sacheri - Me van a tener que disculpar.
Una tarde de invierno de 2009 un amigo me puso en las manos este relato de Eduardo Sacheri.
(alguna vez se te cayeron lagrimas por leer algo?)
.....................................................................................
Me van a tener que disculpar. Yo sé que un hombre que pretende ser una persona de bien debe comportarse según ciertas normas, aceptar ciertos preceptos, adecuar su modo de ser a determinadas estipulaciones convenidas por todos. Seamos más explícitos. Si uno quiere ser un tipo coherente debe medir su conducta, y la de sus semejantes, con la misma e idéntica vara. No puede hacer excepciones, pues de lo contrario bastardea su juicio ético, su conciencia crítica, su criterio legítimo.
Uno no puede andar por la vida reprobando a sus rivales y disculpando a sus amigos por el sólo hecho de serlo. Tampoco soy tan ingenuo como para suponer que uno es capaz de sustraerse a sus afectos y a sus pasiones, que uno tiene la idoneidad como para sacrificarlos en el altar de una imparcialidad impoluta. Digamos que uno va por ahí intentando no apartarse demasiado del camino debido, tratando de que los amores y los odios no le trastoquen irremediablemente la lógica.
Pero me van a tener que disculpar, señores. Hay un tipo con el que no puedo. Y ojo que lo intento. Me digo: no puede haber excepciones, no debe haberlas. Y la disculpa que requiero de ustedes es todavía mayor, porque el tipo del que hablo no es un benefactor de la humanidad, ni un santo varón, ni un valiente guerrero que ha consolidado la integridad de mi patria. No, nada de eso. El tipo tiene una actividad mucho menos importante, mucho menos trascendente, mucho más profana. Les voy adelantando que el tipo es un deportista. Imagínense, señores. Llevo escritas doscientas sesenta y tres palabras hablando del criterio ético y sus limitaciones, y todo por un simple caballero que se gana la vida pateando una pelota. Ustedes podrán decirme que eso vuelve mi actitud todavía más reprobable. Tal vez tengan razón. Tal vez por eso he iniciado estas líneas disculpándome.
No obstante, y aunque tengo perfectamente claras esas cosas, no puedo cambiar mi actitud. Sigo siendo incapaz de juzgarlo con la misma vara con la que juzgo al resto de los seres humanos. Y ojo que no sólo no es un pobre muchacho saturado de virtudes. Tiene muchos defectos. Tiene tal vez tantos defectos como quien escribe estas líneas, o como el que más. Para el caso es lo mismo. Pese a todo, señores, sigo sintiéndome incapaz de juzgarlo. Mi juicio crítico se detiene ante él, y lo dispensa.
No es un capricho, cuidado. No es un simple antojo. Es algo un poco más profundo, si me permiten calificarlo de ese modo. Seré más explícito. Yo lo disculpo porque siento que le debo algo. Le debo algo y sé que no tengo forma de pagárselo. O tal vez ésta sea la peculiar moneda que he encontrado para pagarle. Digamos que mi deuda halla sosiego en este hábito de evitar siempre cualquier eventual reproche.
Él no lo sabe, cuidado. Así que mi pago es absolutamente anónimo. Como anónima es la deuda que con él conservo. Digamos que él no sabe que le debo, e ignora los ingentes esfuerzos que yo hago una vez y otra por pagarle.
Por suerte o por desgracia, la oportunidad de ejercitar este hábito se me presenta a menudo. Es que hablar de él, entre argentinos, es casi uno de nuestros deportes nacionales. Para enzalzarlo hasta la estratósfera, o para condenarlo a la parrilla perpetua de los infiernos, los argentinos gustamos, al parecer, de convocar su nombre y su memoria. Ahí es cuando yo trato de ponerme serio y distante, pero no lo logro. El tamaño de mi deuda se me impone. Y cuando me invitan a hablar prefiero esquivar el bulto, cambiar de tema, ceder mi turno en el ágora del café a la tardecita. No se trata tampoco de que yo me ubique en el bando de sus perpetuos halagadores. Nada de eso. Evito tanto los elogios superlativos y rimbombantes como los dardos envenenados y traicioneros. Además, con el tiempo he visto a más de uno cambiar del bando de los inquisidores al de los plañideros aplaudidores, y viceversa, sin que se les mueva un pelo. Y ambos bandos me parecen absolutamente detestables, por cierto.
Por eso yo me quedo callado, o cambio de tema. Y cuando a veces alguno de los muchachos no me lo permite, porque me acorrala con una pregunta directa, que cruza el aire llevando específicamente mi nombre, tomo aire, hago como que pienso, y digo alguna sandez al estilo de «y, no sé, habría que pensarlo»; o tal vez arriesgo un «vaya uno a saber, son tantas cosas para tener en cuenta». Es que tengo demasiado pudor como para explayarme del modo en que aquí lo hago. Y soy incapaz de condenar a mis amigos al tórrido suplicio de escuchar mis argumentos y mis justificaciones.
Por empezar les tendría que decir que la culpa de todo la tiene el tiempo. Sí, como lo escuchan, el tiempo. El tiempo que se empeña en transcurrir, cuando a veces debería permanecer detenido. El tiempo que nos hace la guachada de romper los momentos perfectos, inmaculados, inolvidables, completos. Porque si el tiempo se quedase ahí, inmortalizando a los seres y a las cosas en su punto justo, nos libraría de los desencantos, de las corrupciones, de las infinitas traiciones tan propias de nosotros los mortales.
Y en realidad es por ese carácter tan defectuoso del tiempo que yo me comporto como lo hago. Como un modo de subsanar, en mis modestos alcances, esas barbaridades injustas que el tiempo nos hace. En cada ocasión en la cual mencionan su nombre, en cada oportunidad en la cual me invitan al festín de adorarlo y denostarlo, yo me sustraigo a este presente absolutamente profano, y con la memoria que el ser humano conserva para los hechos esenciales me remonto a ese día, al día inolvidable en que me vi obligado a sellar este pacto que, hasta hoy, he mantenido en secreto. Un pacto que puede conducirme (lo sé), a que alguien me acuse de patriotero. Y aunque yo sea de aquellos a quienes desagrada la mezcla de la nación con el deporte, en este caso acepto todos los riesgos y las potenciales sanciones.
Digamos que mi memoria es el salvoconducto para volver el tiempo al lugar cristalino del cual no debió moverse, porque era el exacto sitio en que merecía detenerse para siempre, por lo menos para el fútbol, para él y para mí. Porque la vida es así, a veces se combina para alumbrar momentos como ése. Instantes después de los cuales nada vuelve a ser como era. Porque no puede. Porque todo ha cambiado demasiado. Porque por la piel y por los ojos nos ha entrado algo de lo cual nunca vamos a lograr desprendernos.
Esa mañana habrá sido como todas. El mediodía también. Y la tarde arranca, en apariencia, como tantas otras. Una pelota y veintidós tipos. Y otros millones de tipos comiéndose los codos delante de la tele, en los puntos más distantes del planeta. Pero ojo, que esa tarde es distinta. No es un partido. Mejor dicho: no es sólo un partido. Hay algo más. Hay mucha rabia, y mucho dolor, y mucha frustración acumuladas en todos esos tipos que miran la tele. Son emociones que no nacieron por el fútbol. Nacieron en otro lado. En un sitio mucho más terrible, mucho más hostil, mucho más irrevocable. Pero a nosotros, a los de acá, no nos cabe otra que contestar en una cancha, porque no tenemos otro sitio, porque somos pocos, porque estamos solos, porque somos pobres. Pero ahí está la cancha, el fútbol, y son ellos o nosotros. Y si somos nosotros el dolor no va a desaparecer, ni la humillación ha de terminarse. Pero si son ellos. Ay, si son ellos. Si son ellos la humillación va a ser todavía más grande, más dolorosa, más intolerable. Vamos a tener que quedarnos mirándonos las caras, diciéndonos en silencio «te das cuenta, ni siquiera aquí, ni siquiera esto se nos dio a nosotros».
Así que están ahí los tipos. Los once nuestros y los once de ellos. Es fútbol, pero es mucho más que fútbol. Porque cuatro años es muy poco tiempo como para que te amaine el dolor y se te apacigüe la rabia. Por eso no es sólo fútbol.
Y con semejantes antecedentes de tarde borrascosa, con semejante prólogo de tragedia, va este tipo y se cuelga para siempre del cielo de los nuestros. Porque se planta enfrente de los contrarios y los humilla. Porque los roba. Porque delante de sus ojos los afana. Y aunque sea les devuelve ese afano por el otro, por el más grande, por el infinitamente más enorme y ultrajante. Porque aunque nada cambie allá están ellos, en sus casas y en sus calles, en sus pubs, queriéndose comer las pantallas de pura rabia, de pura impotencia de que el tipo salga corriendo mirando de reojito al árbitro que se compra el paquete y marca el medio.
Hasta ahí, eso solo ya es historia. Ya parece suficiente. Porque le robaste algo al que te afanó primero. Y aunque lo que él te robó te duele más, vos te regodeás porque sabés que esto, igual, le duele. Pero hay más. Aunque uno desde acá diga bueno, es suficiente, me doy por hecho, hay más. Porque el tipo además de piola es un artista. Es mucho más que los otros.
Arranca desde el medio, desde su campo, para que no queden dudas de que lo que está por hacer no lo ha hecho nadie. Y aunque va de azul, va con la bandera. La lleva en una mano, aunque nadie la vea. Empieza a desparramarlos para siempre. Y los va liquidando uno por uno, moviéndose al calor de una música que ellos, pobres giles, no entienden. No sienten la música, pero sí sienten un vago escozor, algo que les dice que se les viene la noche. Y el tipo sigue adelante.
Para que empiecen a no poder creerlo. Para que no se lo olviden nunca. Para que allá lejos los tipos dejen la cerveza y cualquier otra cosa que tengan en la mano. Para que se queden con la boca abierta y la expresión de tontos, pensando que no, que no va a suceder, que alguno lo va a parar, que ese morochito vestido de azul y de argentino no va a entrar al área con la bola mansita a su merced, que alguien va a hacer algo antes de que le amague al arquero y lo sortee por afuera, de que algo va a pasar para poner en orden la historia y que las cosas sean como Dios y la reina mandan, porque en el fútbol tiene que ser como en la vida, donde los que llevan las de ganar ganan, y los que llevan las de perder pierden. Se miran entre ellos y le piden al de al lado que los despierte de la pesadilla. Pero no hay caso, porque ni siquiera cuando el tipo les regala una fracción de segundo más, cuando el tipo aminora el vértigo para quedar de nuevo bien parado de zurdo, ni siquiera entonces van a evitar entrar en la historia como los humillados, los once ingleses despatarrados e incrédulos, los millones de ingleses mirando la tele sin querer creer lo que saben que es verdad para siempre, porque ahí va la bola a morirse en la red para toda la eternidad, y el tipo va a abrazarse con todos y a levantar los ojos al cielo. Y no sé si él lo sabe, pero hace tan bien en mirar al cielo.
Porque el afano estaba bien, pero era poco. Porque el afano de ellos era demasiado grande. Así que faltaba humillarlos por las buenas. Inmortalizarlos para cada ocasión en que ese gol volviese a verse una vez y otra vez y para siempre, en cada rincón del mundo. Ellos volviendo a verse una y mil veces hasta el cansancio en las repeticiones incrédulas. Ellos pasmados, ellos llegando tarde al cruce, ellos viéndolo todo desde el piso, ellos hundiéndose definitivamente en la derrota, en la derrota pequeña y futbolera y absoluta y eterna e inolvidable.
Así que señores, lo lamento. Pero no me jodan con que lo mida con la misma vara con la que se supone debo juzgar a los demás mortales. Porque yo le debo esos dos goles a Inglaterra. Y el único modo que tengo de agradecérselo es dejarlo en paz con sus cosas. Porque ya que el tiempo cometió la estupidez de seguir transcurriendo, ya que optó por acumular un montón de presentes vulgares encima de ese presente perfecto, al menos yo debo tener la honestidad de recordarlo para toda la vida. Yo conservo el deber de la memoria.
(link del audio)
http://www.esnips.com/doc/87a34e2a-cfab-4247-81b0-f01cc4fc5eef/Me-va-a-tener-que-disculpar
Derechos del señor Eduardo Sacheri
(alguna vez se te cayeron lagrimas por leer algo?)
.....................................................................................
Me van a tener que disculpar. Yo sé que un hombre que pretende ser una persona de bien debe comportarse según ciertas normas, aceptar ciertos preceptos, adecuar su modo de ser a determinadas estipulaciones convenidas por todos. Seamos más explícitos. Si uno quiere ser un tipo coherente debe medir su conducta, y la de sus semejantes, con la misma e idéntica vara. No puede hacer excepciones, pues de lo contrario bastardea su juicio ético, su conciencia crítica, su criterio legítimo.
Uno no puede andar por la vida reprobando a sus rivales y disculpando a sus amigos por el sólo hecho de serlo. Tampoco soy tan ingenuo como para suponer que uno es capaz de sustraerse a sus afectos y a sus pasiones, que uno tiene la idoneidad como para sacrificarlos en el altar de una imparcialidad impoluta. Digamos que uno va por ahí intentando no apartarse demasiado del camino debido, tratando de que los amores y los odios no le trastoquen irremediablemente la lógica.
Pero me van a tener que disculpar, señores. Hay un tipo con el que no puedo. Y ojo que lo intento. Me digo: no puede haber excepciones, no debe haberlas. Y la disculpa que requiero de ustedes es todavía mayor, porque el tipo del que hablo no es un benefactor de la humanidad, ni un santo varón, ni un valiente guerrero que ha consolidado la integridad de mi patria. No, nada de eso. El tipo tiene una actividad mucho menos importante, mucho menos trascendente, mucho más profana. Les voy adelantando que el tipo es un deportista. Imagínense, señores. Llevo escritas doscientas sesenta y tres palabras hablando del criterio ético y sus limitaciones, y todo por un simple caballero que se gana la vida pateando una pelota. Ustedes podrán decirme que eso vuelve mi actitud todavía más reprobable. Tal vez tengan razón. Tal vez por eso he iniciado estas líneas disculpándome.
No obstante, y aunque tengo perfectamente claras esas cosas, no puedo cambiar mi actitud. Sigo siendo incapaz de juzgarlo con la misma vara con la que juzgo al resto de los seres humanos. Y ojo que no sólo no es un pobre muchacho saturado de virtudes. Tiene muchos defectos. Tiene tal vez tantos defectos como quien escribe estas líneas, o como el que más. Para el caso es lo mismo. Pese a todo, señores, sigo sintiéndome incapaz de juzgarlo. Mi juicio crítico se detiene ante él, y lo dispensa.
No es un capricho, cuidado. No es un simple antojo. Es algo un poco más profundo, si me permiten calificarlo de ese modo. Seré más explícito. Yo lo disculpo porque siento que le debo algo. Le debo algo y sé que no tengo forma de pagárselo. O tal vez ésta sea la peculiar moneda que he encontrado para pagarle. Digamos que mi deuda halla sosiego en este hábito de evitar siempre cualquier eventual reproche.
Él no lo sabe, cuidado. Así que mi pago es absolutamente anónimo. Como anónima es la deuda que con él conservo. Digamos que él no sabe que le debo, e ignora los ingentes esfuerzos que yo hago una vez y otra por pagarle.
Por suerte o por desgracia, la oportunidad de ejercitar este hábito se me presenta a menudo. Es que hablar de él, entre argentinos, es casi uno de nuestros deportes nacionales. Para enzalzarlo hasta la estratósfera, o para condenarlo a la parrilla perpetua de los infiernos, los argentinos gustamos, al parecer, de convocar su nombre y su memoria. Ahí es cuando yo trato de ponerme serio y distante, pero no lo logro. El tamaño de mi deuda se me impone. Y cuando me invitan a hablar prefiero esquivar el bulto, cambiar de tema, ceder mi turno en el ágora del café a la tardecita. No se trata tampoco de que yo me ubique en el bando de sus perpetuos halagadores. Nada de eso. Evito tanto los elogios superlativos y rimbombantes como los dardos envenenados y traicioneros. Además, con el tiempo he visto a más de uno cambiar del bando de los inquisidores al de los plañideros aplaudidores, y viceversa, sin que se les mueva un pelo. Y ambos bandos me parecen absolutamente detestables, por cierto.
Por eso yo me quedo callado, o cambio de tema. Y cuando a veces alguno de los muchachos no me lo permite, porque me acorrala con una pregunta directa, que cruza el aire llevando específicamente mi nombre, tomo aire, hago como que pienso, y digo alguna sandez al estilo de «y, no sé, habría que pensarlo»; o tal vez arriesgo un «vaya uno a saber, son tantas cosas para tener en cuenta». Es que tengo demasiado pudor como para explayarme del modo en que aquí lo hago. Y soy incapaz de condenar a mis amigos al tórrido suplicio de escuchar mis argumentos y mis justificaciones.
Por empezar les tendría que decir que la culpa de todo la tiene el tiempo. Sí, como lo escuchan, el tiempo. El tiempo que se empeña en transcurrir, cuando a veces debería permanecer detenido. El tiempo que nos hace la guachada de romper los momentos perfectos, inmaculados, inolvidables, completos. Porque si el tiempo se quedase ahí, inmortalizando a los seres y a las cosas en su punto justo, nos libraría de los desencantos, de las corrupciones, de las infinitas traiciones tan propias de nosotros los mortales.
Y en realidad es por ese carácter tan defectuoso del tiempo que yo me comporto como lo hago. Como un modo de subsanar, en mis modestos alcances, esas barbaridades injustas que el tiempo nos hace. En cada ocasión en la cual mencionan su nombre, en cada oportunidad en la cual me invitan al festín de adorarlo y denostarlo, yo me sustraigo a este presente absolutamente profano, y con la memoria que el ser humano conserva para los hechos esenciales me remonto a ese día, al día inolvidable en que me vi obligado a sellar este pacto que, hasta hoy, he mantenido en secreto. Un pacto que puede conducirme (lo sé), a que alguien me acuse de patriotero. Y aunque yo sea de aquellos a quienes desagrada la mezcla de la nación con el deporte, en este caso acepto todos los riesgos y las potenciales sanciones.
Digamos que mi memoria es el salvoconducto para volver el tiempo al lugar cristalino del cual no debió moverse, porque era el exacto sitio en que merecía detenerse para siempre, por lo menos para el fútbol, para él y para mí. Porque la vida es así, a veces se combina para alumbrar momentos como ése. Instantes después de los cuales nada vuelve a ser como era. Porque no puede. Porque todo ha cambiado demasiado. Porque por la piel y por los ojos nos ha entrado algo de lo cual nunca vamos a lograr desprendernos.
Esa mañana habrá sido como todas. El mediodía también. Y la tarde arranca, en apariencia, como tantas otras. Una pelota y veintidós tipos. Y otros millones de tipos comiéndose los codos delante de la tele, en los puntos más distantes del planeta. Pero ojo, que esa tarde es distinta. No es un partido. Mejor dicho: no es sólo un partido. Hay algo más. Hay mucha rabia, y mucho dolor, y mucha frustración acumuladas en todos esos tipos que miran la tele. Son emociones que no nacieron por el fútbol. Nacieron en otro lado. En un sitio mucho más terrible, mucho más hostil, mucho más irrevocable. Pero a nosotros, a los de acá, no nos cabe otra que contestar en una cancha, porque no tenemos otro sitio, porque somos pocos, porque estamos solos, porque somos pobres. Pero ahí está la cancha, el fútbol, y son ellos o nosotros. Y si somos nosotros el dolor no va a desaparecer, ni la humillación ha de terminarse. Pero si son ellos. Ay, si son ellos. Si son ellos la humillación va a ser todavía más grande, más dolorosa, más intolerable. Vamos a tener que quedarnos mirándonos las caras, diciéndonos en silencio «te das cuenta, ni siquiera aquí, ni siquiera esto se nos dio a nosotros».
Así que están ahí los tipos. Los once nuestros y los once de ellos. Es fútbol, pero es mucho más que fútbol. Porque cuatro años es muy poco tiempo como para que te amaine el dolor y se te apacigüe la rabia. Por eso no es sólo fútbol.
Y con semejantes antecedentes de tarde borrascosa, con semejante prólogo de tragedia, va este tipo y se cuelga para siempre del cielo de los nuestros. Porque se planta enfrente de los contrarios y los humilla. Porque los roba. Porque delante de sus ojos los afana. Y aunque sea les devuelve ese afano por el otro, por el más grande, por el infinitamente más enorme y ultrajante. Porque aunque nada cambie allá están ellos, en sus casas y en sus calles, en sus pubs, queriéndose comer las pantallas de pura rabia, de pura impotencia de que el tipo salga corriendo mirando de reojito al árbitro que se compra el paquete y marca el medio.
Hasta ahí, eso solo ya es historia. Ya parece suficiente. Porque le robaste algo al que te afanó primero. Y aunque lo que él te robó te duele más, vos te regodeás porque sabés que esto, igual, le duele. Pero hay más. Aunque uno desde acá diga bueno, es suficiente, me doy por hecho, hay más. Porque el tipo además de piola es un artista. Es mucho más que los otros.
Arranca desde el medio, desde su campo, para que no queden dudas de que lo que está por hacer no lo ha hecho nadie. Y aunque va de azul, va con la bandera. La lleva en una mano, aunque nadie la vea. Empieza a desparramarlos para siempre. Y los va liquidando uno por uno, moviéndose al calor de una música que ellos, pobres giles, no entienden. No sienten la música, pero sí sienten un vago escozor, algo que les dice que se les viene la noche. Y el tipo sigue adelante.
Para que empiecen a no poder creerlo. Para que no se lo olviden nunca. Para que allá lejos los tipos dejen la cerveza y cualquier otra cosa que tengan en la mano. Para que se queden con la boca abierta y la expresión de tontos, pensando que no, que no va a suceder, que alguno lo va a parar, que ese morochito vestido de azul y de argentino no va a entrar al área con la bola mansita a su merced, que alguien va a hacer algo antes de que le amague al arquero y lo sortee por afuera, de que algo va a pasar para poner en orden la historia y que las cosas sean como Dios y la reina mandan, porque en el fútbol tiene que ser como en la vida, donde los que llevan las de ganar ganan, y los que llevan las de perder pierden. Se miran entre ellos y le piden al de al lado que los despierte de la pesadilla. Pero no hay caso, porque ni siquiera cuando el tipo les regala una fracción de segundo más, cuando el tipo aminora el vértigo para quedar de nuevo bien parado de zurdo, ni siquiera entonces van a evitar entrar en la historia como los humillados, los once ingleses despatarrados e incrédulos, los millones de ingleses mirando la tele sin querer creer lo que saben que es verdad para siempre, porque ahí va la bola a morirse en la red para toda la eternidad, y el tipo va a abrazarse con todos y a levantar los ojos al cielo. Y no sé si él lo sabe, pero hace tan bien en mirar al cielo.
Porque el afano estaba bien, pero era poco. Porque el afano de ellos era demasiado grande. Así que faltaba humillarlos por las buenas. Inmortalizarlos para cada ocasión en que ese gol volviese a verse una vez y otra vez y para siempre, en cada rincón del mundo. Ellos volviendo a verse una y mil veces hasta el cansancio en las repeticiones incrédulas. Ellos pasmados, ellos llegando tarde al cruce, ellos viéndolo todo desde el piso, ellos hundiéndose definitivamente en la derrota, en la derrota pequeña y futbolera y absoluta y eterna e inolvidable.
Así que señores, lo lamento. Pero no me jodan con que lo mida con la misma vara con la que se supone debo juzgar a los demás mortales. Porque yo le debo esos dos goles a Inglaterra. Y el único modo que tengo de agradecérselo es dejarlo en paz con sus cosas. Porque ya que el tiempo cometió la estupidez de seguir transcurriendo, ya que optó por acumular un montón de presentes vulgares encima de ese presente perfecto, al menos yo debo tener la honestidad de recordarlo para toda la vida. Yo conservo el deber de la memoria.
(link del audio)
http://www.esnips.com/doc/87a34e2a-cfab-4247-81b0-f01cc4fc5eef/Me-va-a-tener-que-disculpar
Derechos del señor Eduardo Sacheri
La BiciMania se habra apoderado de Mi?
Mi mamucha me envio este video en epoca en que estaba buscando de comprar una bicicleta .... supongo que para levantarme el animo y que apreciara en mejor forma lo que se podria hacer con una.....claro que en mejor estado fisico....
http://www.youtube.com/watch?v=Cj6ho1-G6tw&feature=player_popout
Creo que al terminar de disfrutar el video, busque el precio en Mercado
Libre de un equipo de motor para la bici que todavia no me habia comprado....
Asi soy yo, que le van a hacer.....
http://www.youtube.com/watch?v=Cj6ho1-G6tw&feature=player_popout
Creo que al terminar de disfrutar el video, busque el precio en Mercado
Libre de un equipo de motor para la bici que todavia no me habia comprado....
Asi soy yo, que le van a hacer.....
sábado, 27 de agosto de 2011
Dame fuego !! dame dame fuego !!
Y llego el dia menos esperado...
La situacion es dificil de llevar.... porque el cliente pide , exige y uno tiene que atenderlo...en todo?
casi en todo.....
Situacion.....
Cliente que luego de comprar su atado de cigarrillos decide darle un vistazo dentro para derrochar el primero en su boca, lo elige entre 20 iguales y lo extrae de la cajita....se lo deposita suavemente en su boca y palpandose los bolsillos de la campera primero y los del pantalon despues, te mira y pide FUEGO......
Kioquero que luego de vender el atado de cigarrillos observa la situacion, muy seguro de que luego de tantear tantos bolsillos el cliente pide lo PROHIBIDO...
La respuesta es -LO LAMENTO PERO NO PUEDO DARTE FUEGO, ESTA PROHIBIDO.
-QUE !! ME ESTAS CARGANDO?
-NO NO..... SE ME PROHIBE FACILITARTE EL CONSUMO DE CIGARRILLOS....(me encanta verles la cara de sorpresa que ponen!!!)
Puede haber diferentes actitudes.
Estan los que se sonrien no entienden bien que les acabo de decir y se van sin dar las gracias.
Estan los que se sonrien, si entienden lo que acabo de decir y me lo vuelven a pedir, como para ver si lo mio es un juego.
Estan los que se enojan y dicen barbaridades. (se van, claro)
Estan los que me compran un encendedor de 2$ y se van contentos pero pensando si lo que acaban de vivir es real.
Estan los mismos que compran el encendedor y luego de utilizarlo, te miran con cara de pocos amigos y dejandotelo agresivamente te dicen.....-toma rata aca lo tenes!!!
La situacion es dificil de llevar.... porque el cliente pide , exige y uno tiene que atenderlo...en todo?
casi en todo.....
Situacion.....
Cliente que luego de comprar su atado de cigarrillos decide darle un vistazo dentro para derrochar el primero en su boca, lo elige entre 20 iguales y lo extrae de la cajita....se lo deposita suavemente en su boca y palpandose los bolsillos de la campera primero y los del pantalon despues, te mira y pide FUEGO......
Kioquero que luego de vender el atado de cigarrillos observa la situacion, muy seguro de que luego de tantear tantos bolsillos el cliente pide lo PROHIBIDO...
La respuesta es -LO LAMENTO PERO NO PUEDO DARTE FUEGO, ESTA PROHIBIDO.
-QUE !! ME ESTAS CARGANDO?
-NO NO..... SE ME PROHIBE FACILITARTE EL CONSUMO DE CIGARRILLOS....(me encanta verles la cara de sorpresa que ponen!!!)
Puede haber diferentes actitudes.
Estan los que se sonrien no entienden bien que les acabo de decir y se van sin dar las gracias.
Estan los que se sonrien, si entienden lo que acabo de decir y me lo vuelven a pedir, como para ver si lo mio es un juego.
Estan los que se enojan y dicen barbaridades. (se van, claro)
Estan los que me compran un encendedor de 2$ y se van contentos pero pensando si lo que acaban de vivir es real.
Estan los mismos que compran el encendedor y luego de utilizarlo, te miran con cara de pocos amigos y dejandotelo agresivamente te dicen.....-toma rata aca lo tenes!!!
jueves, 18 de agosto de 2011
El busca tesoros
Mi comercio tiene su clientela fija, como cualquier otro negocio de la cuadra, del barrio, de la ciudad, del pais o del mundo.
La clientela fija es esa que al necesitar determinado producto, no lo compra en ningun lado mas que en tu establecimiento (sin confundir con las ultimas 5 letras dela ultima palabra que escribi)....esté donde esté.....
En el rubro kiosco es muy dificil conseguirlo....imagináte que te quedaste sin puchos y son las 7,30 de la matina y sabes que el kiosco de la esquina todavia no abre.... dos cosas pueden pasar..... 1)-Sos cliente fijo pero tus ganas de prender uno son mas poderosas que esos 30 minutos que faltan, y te vas de raje a la ESSO a 300mts....2)-Sos cliente fijo , se acabaron tus puchos y faltan los mismos 30 minutos , pero vos si sos un cliente fijo (!)...llueve y seguro que cae granizo.... tambien te escapas hasta la ESSO y te prendes el primer pucho del dia a pesar que el cartel de bienvenidad te explique del peligro de fumar en una estacion de servicio.
Asi es !!! nadie es cliente fijo de un kiosco....se entiende ?
Bueno este es el preambulo para la historia del dia....
De la persona en cuestion no se mucho, solo que todos los dias entre las 14 y las 15hs pasa por la puerta y se detiene 2 segundos.....mira fijo el semipublico que se encuentra en la calle, (lo escanea) mete dos dedos en el receptaculo de monedas devueltas y se fija si alguien olvido alguna.....si si , todos los dias, no falla nunca, ni con lluvia, ni con granizo, ese es un cliente fijo....
Hoy se dio la situacion de tener que dejar el telefono dentro porque se averio y a la espera del servicio tecnico, quedo bajo techo dentro del local....
A las 14,20hs aproximadamente este individuo, descaradamente abre la puerta del local, dice buen dia, mira el semipublico y como siempre revisa dentro si alguien olvido algun vuelto, satisfecho, vuelve a saludar y se va cerrando la puerta al salir....
Tuve un testigo que al momento de suceder esto estaba comprando .... ambos quedamos mirandonos......
Asi es.....ese si es un cliente fijo !!
La clientela fija es esa que al necesitar determinado producto, no lo compra en ningun lado mas que en tu establecimiento (sin confundir con las ultimas 5 letras dela ultima palabra que escribi)....esté donde esté.....
En el rubro kiosco es muy dificil conseguirlo....imagináte que te quedaste sin puchos y son las 7,30 de la matina y sabes que el kiosco de la esquina todavia no abre.... dos cosas pueden pasar..... 1)-Sos cliente fijo pero tus ganas de prender uno son mas poderosas que esos 30 minutos que faltan, y te vas de raje a la ESSO a 300mts....2)-Sos cliente fijo , se acabaron tus puchos y faltan los mismos 30 minutos , pero vos si sos un cliente fijo (!)...llueve y seguro que cae granizo.... tambien te escapas hasta la ESSO y te prendes el primer pucho del dia a pesar que el cartel de bienvenidad te explique del peligro de fumar en una estacion de servicio.
Asi es !!! nadie es cliente fijo de un kiosco....se entiende ?
Bueno este es el preambulo para la historia del dia....
De la persona en cuestion no se mucho, solo que todos los dias entre las 14 y las 15hs pasa por la puerta y se detiene 2 segundos.....mira fijo el semipublico que se encuentra en la calle, (lo escanea) mete dos dedos en el receptaculo de monedas devueltas y se fija si alguien olvido alguna.....si si , todos los dias, no falla nunca, ni con lluvia, ni con granizo, ese es un cliente fijo....
Hoy se dio la situacion de tener que dejar el telefono dentro porque se averio y a la espera del servicio tecnico, quedo bajo techo dentro del local....
A las 14,20hs aproximadamente este individuo, descaradamente abre la puerta del local, dice buen dia, mira el semipublico y como siempre revisa dentro si alguien olvido algun vuelto, satisfecho, vuelve a saludar y se va cerrando la puerta al salir....
Tuve un testigo que al momento de suceder esto estaba comprando .... ambos quedamos mirandonos......
Asi es.....ese si es un cliente fijo !!
miércoles, 1 de junio de 2011
Me cargas el encendedor ?.....
Pregunta clave....
Si si, es asi.....todo viene de la mano de un cliente fumador!!
El procedimiento es muy sencillo....
tomas el encendedor en cuestion, te fijas si tiene valvula de carga, con la otra mano agarras el tubo de gas butano,(normalmente el pico adaptador es el mismo para todas las valvulas y ya lo tenes puesto) acoplas el pico a la valvula del encendedor (sea un barato de plastico o un catalitico de plata con combinaciones de oro y piedras) y presionas hacia adentro (como queriendo ensartar por atras al susodicho)....en cuestion desegundos sentis un frio en la mano y la presion del gas como queriendo salir ¨a disfrutar de un picnic al aire libre¨ .....
Listo, ya esta !!!
LLENO, BIEN LLENO !!!!
Ahi viene...mirala desde tu caramelera...ahi viene la segunda pregunta....
-Esta bien cargado?
Que le vas a decir?...yo me limito a bajar la vista y mover la cabeza de arriba a abajo, los ojos casi cerrados .... NI PALABRA..!
Normalmente te pagan y lo primero que hacen es intentar prenderlo...(mas que nada para corroborar que no los CAGASTE !)
Si el encendedor prede en la primera....sos el MEJOR !!
Si le dan 2 o 3 veces y despues prende....te sospechan y pasas a ser un CASI ESTAFADOR...solo que despues vuelven a intentarlo y prende...entonces te etiquetan de nuevo.
Pero si no funciona!....no prende ni por casualidad...(mas alla que si es transparente el encendedor y vean el tanque lleno)...sos el GARCA VIOLADOR DE ENCENDEDORES !!
No te salvas de ninguna....Te preguntan....-Porque no funciona?...-Lo cargaste bien?....-Me vas a cobrar igual?....
Que hago?
La gran comparacion MADE IN CASA
Estas cargando nafta a tu AMI 8 modelo 71 en la estacion de servicio de la esquina de tu casa y al llegar a los 100$ que le pediste al muy amable playero te dispones a pagar , subirte , ponerlo en marcha e irte para llegar temprano al laburo y SUCEDE ..
El endemoniado no ARRANCA !!!.... la culpa es del playero?
P E N S A L O
Si si, es asi.....todo viene de la mano de un cliente fumador!!
El procedimiento es muy sencillo....
tomas el encendedor en cuestion, te fijas si tiene valvula de carga, con la otra mano agarras el tubo de gas butano,(normalmente el pico adaptador es el mismo para todas las valvulas y ya lo tenes puesto) acoplas el pico a la valvula del encendedor (sea un barato de plastico o un catalitico de plata con combinaciones de oro y piedras) y presionas hacia adentro (como queriendo ensartar por atras al susodicho)....en cuestion desegundos sentis un frio en la mano y la presion del gas como queriendo salir ¨a disfrutar de un picnic al aire libre¨ .....
Listo, ya esta !!!
LLENO, BIEN LLENO !!!!
Ahi viene...mirala desde tu caramelera...ahi viene la segunda pregunta....
-Esta bien cargado?
Que le vas a decir?...yo me limito a bajar la vista y mover la cabeza de arriba a abajo, los ojos casi cerrados .... NI PALABRA..!
Normalmente te pagan y lo primero que hacen es intentar prenderlo...(mas que nada para corroborar que no los CAGASTE !)
Si el encendedor prede en la primera....sos el MEJOR !!
Si le dan 2 o 3 veces y despues prende....te sospechan y pasas a ser un CASI ESTAFADOR...solo que despues vuelven a intentarlo y prende...entonces te etiquetan de nuevo.
Pero si no funciona!....no prende ni por casualidad...(mas alla que si es transparente el encendedor y vean el tanque lleno)...sos el GARCA VIOLADOR DE ENCENDEDORES !!
No te salvas de ninguna....Te preguntan....-Porque no funciona?...-Lo cargaste bien?....-Me vas a cobrar igual?....
Que hago?
La gran comparacion MADE IN CASA
Estas cargando nafta a tu AMI 8 modelo 71 en la estacion de servicio de la esquina de tu casa y al llegar a los 100$ que le pediste al muy amable playero te dispones a pagar , subirte , ponerlo en marcha e irte para llegar temprano al laburo y SUCEDE ..
El endemoniado no ARRANCA !!!.... la culpa es del playero?
P E N S A L O
miércoles, 4 de mayo de 2011
Cambio , cambio .....
Los clientes tienen distintas formas de intentar conseguir cambio pero la mas usada es la de hacerse el DOLOBU....si si el boludo.
Cuando la historieta viene de la mano de...
-Hola, buen dia, me podrias dar un.....
no hay que dejarlo terminar la frase....seguro te tira un billete de 100 y te pide cualquier estupidez. Su amabilidad es directamente proporcional a su necesidad de conseguir cambio.
Queres cambiar un billete de cien ? comprate un muñeco de Ben 10 de los que tengo en vidriera y pedime que te lo envuelva para regalo, no fingas con un Marlborito de 10.
Muchos viven en una burbuja permanentemente y no despiertan jamas....cada vez que te compran tenes que explicarles cuanto vale ese pico dulce o alfajor jorgito que llevan todas las benditas mañanas.
El tipo que te compra el Kool todos los dias a eso de las 9 de la mañana ,¿porque me pregunta siempre cuanto es? ¿porque ni siquiera le agarra un ataque de lucidez y prepara un billete en la mano?...NO al individuo hay que ... 1ero decirle que esa porqueria que lleva todas las mañanas siempre le cuesta 6,50$ y 2do hay que esperar que una vez que su cerebro reciba la info que acabamos de darle, le de la orden a su torpe mano derecha y saque un billete de su billetera marron de cuero falso!!
Es asi !!
Y no es solo uno...son muchos los que todos los dias llevan lo mismo y no saben cuanto cuesta...(o se hacen los pelot...)
Ni hablar que tambien hay que sugerirles que cambien ese billete de 100 que aprisionan entre su indice y su pulgar (con la mano extendida hacia vos)por uno mas sugestivo de 10.
Tambien estan los que te proponen cambiar un billete de dos por dos monedas de uno...
Estan convencidos de que no hay posibilidad alguna que les digamos que no...
Y verdaderamente hay algunas respuestas dignas para dar....
-Recien acabo de dar la ultima
-No tengo, hoy todo el mundo me pago con billetes
-Solo me quedan moneditas de 5 centavos y no llego
-Estoy guardandomelas para ver si lleno una botella de Coca Cola de 3 litros con ellas
-Las que me quedan son todas falsas
O tal vez lo mas recomendable seria vacunarlos con un rotundo.. NO !!
y como dice mi colega G.K. ¨le propongo que observe su reloj y va a notar que el personaje de turno se lo quedará mirando fijo exactamente siete segundos. Eso es lo que tardará en caer la ficha : algunos porque no admiten una negativa tan rotunda y otros porque esperan una justificacion. Contrólelo, hice la prueba miles de veces. No pierda tiempo explicando lo inexplicable y disfrute los siete segundos que aunque no lo crea es muy gratificante¨
Cuando la historieta viene de la mano de...
-Hola, buen dia, me podrias dar un.....
no hay que dejarlo terminar la frase....seguro te tira un billete de 100 y te pide cualquier estupidez. Su amabilidad es directamente proporcional a su necesidad de conseguir cambio.
Queres cambiar un billete de cien ? comprate un muñeco de Ben 10 de los que tengo en vidriera y pedime que te lo envuelva para regalo, no fingas con un Marlborito de 10.
Muchos viven en una burbuja permanentemente y no despiertan jamas....cada vez que te compran tenes que explicarles cuanto vale ese pico dulce o alfajor jorgito que llevan todas las benditas mañanas.
El tipo que te compra el Kool todos los dias a eso de las 9 de la mañana ,¿porque me pregunta siempre cuanto es? ¿porque ni siquiera le agarra un ataque de lucidez y prepara un billete en la mano?...NO al individuo hay que ... 1ero decirle que esa porqueria que lleva todas las mañanas siempre le cuesta 6,50$ y 2do hay que esperar que una vez que su cerebro reciba la info que acabamos de darle, le de la orden a su torpe mano derecha y saque un billete de su billetera marron de cuero falso!!
Es asi !!
Y no es solo uno...son muchos los que todos los dias llevan lo mismo y no saben cuanto cuesta...(o se hacen los pelot...)
Ni hablar que tambien hay que sugerirles que cambien ese billete de 100 que aprisionan entre su indice y su pulgar (con la mano extendida hacia vos)por uno mas sugestivo de 10.
Tambien estan los que te proponen cambiar un billete de dos por dos monedas de uno...
Estan convencidos de que no hay posibilidad alguna que les digamos que no...
Y verdaderamente hay algunas respuestas dignas para dar....
-Recien acabo de dar la ultima
-No tengo, hoy todo el mundo me pago con billetes
-Solo me quedan moneditas de 5 centavos y no llego
-Estoy guardandomelas para ver si lleno una botella de Coca Cola de 3 litros con ellas
-Las que me quedan son todas falsas
O tal vez lo mas recomendable seria vacunarlos con un rotundo.. NO !!
y como dice mi colega G.K. ¨le propongo que observe su reloj y va a notar que el personaje de turno se lo quedará mirando fijo exactamente siete segundos. Eso es lo que tardará en caer la ficha : algunos porque no admiten una negativa tan rotunda y otros porque esperan una justificacion. Contrólelo, hice la prueba miles de veces. No pierda tiempo explicando lo inexplicable y disfrute los siete segundos que aunque no lo crea es muy gratificante¨
martes, 3 de mayo de 2011
Se te quemo el freezer piba !!
Si tengo que enumerar las situaciones ridiculas que tuve que atender en mi humilde lugar de trabajo no puedo dejar escondido lo que me sucedio una tarde calurosa de Enero de 2005.
Estar atendiendo un dia de riguroso calor, no menos de 35º, es agobiante. Sabiendo ademas que la mayoria de la Argentina esta de vacaciones en alguna playa o algun balneario de la sierra. La tarde se vio interrumpida por la vuelta de una clienta...
.... rubia tarada
.... dos bolsos llenos de juguetes de plaza
.... cara de pocos amigos
.... un cochecito de paseo de bebe
.... demasiado abrigada para esa tarde
descaradamente y con dos helados totalmente descongelados, en sus respectivos envases, me dice
-te traigo los dos helados para cambio.
(hay un solo motivo por el cual los helados pueden llegar a tener un cambio, descartando su vencimiento, pues en cada nueva temporada vienen con fecha casi de un año... y es la posibilidad de que este quebrado el palito...)
-que problema tienen amor? la atiendo con cortesia
-vinieron fallados !!
(sin saber a que se referia con ¨fallados¨)
-los helados fallados ? pregunto sorprendido
-si....los envases no se pueden abrir.
(silencio total....la miro a los ojos , como queriendo encontrar en su mirada lo que no entendia en sus palabras)
-no podes abrirlos?
-claro, mirà ! y mostrandome como hacia fuerza en los envases como para abrirlos y no podia...
(pensé...me esta tomando de pelotudo !)
-vos de chica nunca abriste tus propios helados? ademas no pudiste habermelos traido antes de que se descongelen?
-me fui a la plaza a llevar a los chicos y cuando no pude abrirlos me quedé hasta ahora que te los traigo ...no me iba a venir sola y dejarlos !! me los cambias?
(agarré un helado igual al que tenia ella, pero duro, y le intento mostrar como se habren solo usando cuatro dedos)...y me dice...
-mira que son dos!!
(la caze al vuelo.... la rubia suponia que le iba a dar dos helados de cambio)
-no, no , solo te estoy mostrando como se abren por si queres comprar otros dos
(obviamente puse la mejor cara de inocente...)
-que , no me los vas a cambiar ?
-claro que no !! (no me gano la vida solucionandole inconvenientes a rubias taradas como vos)
De mas estaria decir que me di media vuelta , abri el freezer para guardar el helado y continué mirando Rapido y Furioso en TNT... (ya habia visto esa peli pero haberme perdido 5 minutos por tremenda idiotez me desconcentro)
La rubia ?
Que se yo !!! era la primera vez que la veia y seguramente la ultima !!
Estar atendiendo un dia de riguroso calor, no menos de 35º, es agobiante. Sabiendo ademas que la mayoria de la Argentina esta de vacaciones en alguna playa o algun balneario de la sierra. La tarde se vio interrumpida por la vuelta de una clienta...
.... rubia tarada
.... dos bolsos llenos de juguetes de plaza
.... cara de pocos amigos
.... un cochecito de paseo de bebe
.... demasiado abrigada para esa tarde
descaradamente y con dos helados totalmente descongelados, en sus respectivos envases, me dice
-te traigo los dos helados para cambio.
(hay un solo motivo por el cual los helados pueden llegar a tener un cambio, descartando su vencimiento, pues en cada nueva temporada vienen con fecha casi de un año... y es la posibilidad de que este quebrado el palito...)
-que problema tienen amor? la atiendo con cortesia
-vinieron fallados !!
(sin saber a que se referia con ¨fallados¨)
-los helados fallados ? pregunto sorprendido
-si....los envases no se pueden abrir.
(silencio total....la miro a los ojos , como queriendo encontrar en su mirada lo que no entendia en sus palabras)
-no podes abrirlos?
-claro, mirà ! y mostrandome como hacia fuerza en los envases como para abrirlos y no podia...
(pensé...me esta tomando de pelotudo !)
-vos de chica nunca abriste tus propios helados? ademas no pudiste habermelos traido antes de que se descongelen?
-me fui a la plaza a llevar a los chicos y cuando no pude abrirlos me quedé hasta ahora que te los traigo ...no me iba a venir sola y dejarlos !! me los cambias?
(agarré un helado igual al que tenia ella, pero duro, y le intento mostrar como se habren solo usando cuatro dedos)...y me dice...
-mira que son dos!!
(la caze al vuelo.... la rubia suponia que le iba a dar dos helados de cambio)
-no, no , solo te estoy mostrando como se abren por si queres comprar otros dos
(obviamente puse la mejor cara de inocente...)
-que , no me los vas a cambiar ?
-claro que no !! (no me gano la vida solucionandole inconvenientes a rubias taradas como vos)
De mas estaria decir que me di media vuelta , abri el freezer para guardar el helado y continué mirando Rapido y Furioso en TNT... (ya habia visto esa peli pero haberme perdido 5 minutos por tremenda idiotez me desconcentro)
La rubia ?
Que se yo !!! era la primera vez que la veia y seguramente la ultima !!
viernes, 29 de abril de 2011
Las Monedas : protagonistas de esta pelicula
Sin dudas, al atender un kiosco, te das cuenta velozmente que las protagonistas en todo momento son las benditas monedas...
Sea la hora que sea, muy temprano por la mañana o al mediodia, tambien al horario pico de la salida de los chicos del colegio, cualquier complicacion tiene como primera dama a la escases de monedas...
Asi como nosotros los kiosqueros tenemos esa fama de pedir cambio en cualquier compra u ocasion, tambien estan ellos (uds) los clientes....que no van a dar su metal por una causa que no sea realmente justa y ponen en juego el teatro de buscar monedas....
es un recorrido que todo cliente hace al pedirsele monedas, negando en silencio con la cabeza buscan en la billetera (debajo de los billetes), en el bolsillo de la campera, en el bolsillo del pantalon, continuan negando con la cabeza, se palpan los bolsillos traseros, repiten el monosilabo ¨NO¨...y cuando la pequeña obra teatral llega a su fin, con cara de lastima te dicen ¨NADA¨..... (marche un OSCAR para uno !!!)
Como dice mi colega G.K. ¨No nos queda otra, el cambio hay que cuidarlo, protegerlo, no dejarlo ir, sin él estamos fritos, limitados, indefensos, aunque tenga la cara del bueno de Marley conduciendo Operacion Triunfo, aunque ponga los ojos tristes del gato con botas de la peli de Shrek, no hay que darle el cambio a nadie¨
Particularmente soy de los que creen que con monedas se coloniza el mundo...disfruto horrores cuando voy a comprar (ahi me toca a mi ser cliente) y entrego en mano esa moneda que me piden (obviamente transpirando hasta la planta de los pies) y veo la cara de satisfaccion del que me atendió.... (no vayan a creer que lo hago siempre !!)
Eso si.. cuando vienen a comprarme un bubbaloo de sandia con choclo y aproximan un billete de 10 pesos....LO SACO CORRIENDO !!
Algunos se piensan que estamos tan desesperados que somos capaces de aceptar cualquier cosa por una venta que nos deje 5 centavos....
Sea la hora que sea, muy temprano por la mañana o al mediodia, tambien al horario pico de la salida de los chicos del colegio, cualquier complicacion tiene como primera dama a la escases de monedas...
Asi como nosotros los kiosqueros tenemos esa fama de pedir cambio en cualquier compra u ocasion, tambien estan ellos (uds) los clientes....que no van a dar su metal por una causa que no sea realmente justa y ponen en juego el teatro de buscar monedas....
es un recorrido que todo cliente hace al pedirsele monedas, negando en silencio con la cabeza buscan en la billetera (debajo de los billetes), en el bolsillo de la campera, en el bolsillo del pantalon, continuan negando con la cabeza, se palpan los bolsillos traseros, repiten el monosilabo ¨NO¨...y cuando la pequeña obra teatral llega a su fin, con cara de lastima te dicen ¨NADA¨..... (marche un OSCAR para uno !!!)
Como dice mi colega G.K. ¨No nos queda otra, el cambio hay que cuidarlo, protegerlo, no dejarlo ir, sin él estamos fritos, limitados, indefensos, aunque tenga la cara del bueno de Marley conduciendo Operacion Triunfo, aunque ponga los ojos tristes del gato con botas de la peli de Shrek, no hay que darle el cambio a nadie¨
Particularmente soy de los que creen que con monedas se coloniza el mundo...disfruto horrores cuando voy a comprar (ahi me toca a mi ser cliente) y entrego en mano esa moneda que me piden (obviamente transpirando hasta la planta de los pies) y veo la cara de satisfaccion del que me atendió.... (no vayan a creer que lo hago siempre !!)
Eso si.. cuando vienen a comprarme un bubbaloo de sandia con choclo y aproximan un billete de 10 pesos....LO SACO CORRIENDO !!
Algunos se piensan que estamos tan desesperados que somos capaces de aceptar cualquier cosa por una venta que nos deje 5 centavos....
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